En el corazón del Rastro de Madrid, donde el bullicio de los domingos se mezcla con el encanto de las antigüedades y las historias de barrio, Casa Calores sigue manteniendo viva la esencia de los bares castizos de toda la vida. Su historia comienza en 1959, cuando este emblemático local abrió sus puertas como punto de encuentro para vecinos, comerciantes y viajeros que recorrían las calles adoquinadas en busca de tesoros y conversación.
Desde entonces, ha sido testigo de la evolución del barrio y de la ciudad, conservando el alma con la que nació y convirtiéndose en un lugar de referencia para quienes buscan autenticidad y tradición.
Casa Calores es más que un bar, es una historia viva, un rincón de Madrid donde la tradición, la gastronomía y la comunidad se encuentran cada día, tal como se hacía hace más de seis décadas.